La terapia de ondas milimétricas, aplicada mediante una sonda metálica, ofrece diversos beneficios clínicos gracias a su carácter no invasivo y seguro. Entre sus principales efectos terapéuticos se incluyen:

• Mejora de la circulación sanguínea local – Favorece el flujo microvascular, mejorando la oxigenación y el suministro de nutrientes a los tejidos.

• Cicatrización acelerada de heridas – Estimula los mecanismos de reparación celular, promoviendo una recuperación más rápida de lesiones cutáneas.

• Regeneración de tejidos blandos – Favorece la reparación de la piel y tejidos subyacentes.

• Propiedades antiinfecciosas – Ayuda a combatir infecciones bacterianas y procesos inflamatorios.

• Reducción de la hinchazón (edema) – Alivia la inflamación mediante la modulación de las respuestas inmunitarias.

• Potencial antitumoral y anticancerígeno – Estudios preliminares sugieren efectos inhibidores en el crecimiento de células malignas (se requieren más investigaciones).

• Efectos analgésicos y antiinflamatorios – Eficaz en el manejo del dolor y la inflamación en afecciones como diabetes y prostatitis.

Esta terapia se presenta como un complemento prometedor en fisioterapia y el tratamiento de enfermedades crónicas, aunque se necesitan más estudios clínicos para confirmar su alcance.